Junior igualó sin goles en un partido lento y sin emociones ante Patriotas, con lo cual volvió a sumar un punto luego de una derrota la fecha anterior, pero dejó muchas preocupaciones por su fútbol sin ideas y un comportamiento por debajo de lo esperado ante un rival inferior. 

Junior saltó a la cancha con la necesidad urgente de volver a sumar tres puntos. Las derrotas tenían que quedar atrás y los rojiblancos, a pesar de sus muchos cambios en nómina diseñados por Luis Amaranto Perea, todavía existía una gran expectativa por el desempeño que pudieran tener. 

Una línea de tres en la mitad era la idea para tratar de aguantar el partido y dejar en manos de Luis González la conducción del elenco para alimentar a un Michael Rangel que iba estar solo entre los defensores locales. 

Al final, el santandereano sería el más luchador de un equipo que generó un sopor a los espectadores, que a través de la pantalla, de lo único que se contagiaron fue de unas ganas terribles de tomar una siesta dominguera. 

Patriotas se encargó de certificar los motivos que los habían llevado hasta ese momento a no haber ganado ni un solo partido en el torneo. Menos habría que decir para un Junior que no era capaz de superarlo. 

El primer remate a las manos de los arqueros llegó a los 31 minutos, cuando James Sánchez despachó un tiro de media cancha -ante la incapacidad de llegar tocando hasta las barbas del arquero- que embolsó el guardameta Carlos Mosquera. 

A los 40 minutos, producto de una salida rápida, una de las mil que intentaron los locales, Cristian Barrios quedó de frente con José Luis Chunga que logra atajar el remate para mantener un 0-0, que parecía condenado a quedarse perpetuamente en el marcador. 

La más clara del partido llegó a los 44 de juego, cuando Luis González quedó mano a mano con el portero Mosquera, tras un error de la defensa, y fue ahora el arquero local quien atajó el remate del venezolano y en el rebote Edwuin Cetré no llegó para definir. 

Luis Amaranto Perea no metió mano en su equipo para el complemento, ni siquiera en la línea de tres de marca con James Sánches, Leonardo Pico y Larry Vásquez. Esperaba con fe la reacción de los suyos para lograr marcar la diferencia en la cancha. 

Sin embargo, la segunda mitad arrancó con emociones pero para la visita estuvo rondando el arco de Chunga, quien respondió rápidamente ante los intentos locales para alejar cualquier peligro. De ahí en más, fue un espectador más en la cancha. 

Lo más emocionante fue la polémica por un claro penal no sancionado contra Junior, luego que un defensor cortara con la mano el avance del balón en un tiro de esquina a los 65 minutos. Acción que el central de la contienda no observó, ni fue asistido por el juez de línea. 

Finalmente, Rangel tuvo una oportunidad inmejorable a los 68 de juego, tras el único pase de riesgo que sirvió González en todo el juego, para que el santandereano definiera abierto por centímetros del palo. 

Al final, un 0-0 inamovible y una sensación de sopor y aburrimiento, incontenibles. 

Con el resultado, Junior sumó 17 puntos para mantenerse entre los ocho clasificados. En la próxima jornada jugará de local ante el Deportivo Pasto, mientras la hinchada sigue esperando alguna reacción del equipo.